Estate Tranquilo. ¡Somos Humanos!
Qué momento tan insólito nos ha tocado vivir.
Con el estilo de vida que habitualmente tenemos no estamos acostumbrados a pasar tanto tiempo en casa. Normalmente vamos atropellados a mil por hora y parece que cuantas más cosas mejor. Y que sean cosas de la categoría “serias”, “importantes”, “productivas”, “monetizables”.
Ahora en cambio nos hemos visto forzados a sumergirnos en una convivencia familiar intensiva.
Esto está suponiendo en mayor o menor medida una prueba para las familias. Es muy intenso.
Los padres nos sentimos saturados y necesitamos desconectar y los niños se sienten atrapados y echan de menos rutina, cancioncitas, profesoras angelicales y pacientes y alocados juegos por el patio con un sin número de niños.
Quizá necesitamos olvidarnos del prototipo de padres perfectos y familia perfecta que tenemos en nuestra cabeza, y empezar por darnos cuenta de que nuestra familia es maravillosa y hay que quererla y potenciarla en su singularidad.
Busquemos momentos para conocernos en la distancia corta y estrechar lazos..
¡Qué difícil cuando nos vemos sobrepasados por la exigencia de la situación! Preocuparnos por familiares y amigos, teletrabajo, homeschooling, intentar que la casa no sea una cuadra, cocinar… A mí no me da…
Bajemos el listón de lo superficial... ordenemos bien las prioridades…
Los niños y todos nosotros estamos aprendiendo una barbaridad en esta situación. Las cosas más importantes no se aprenden en los libros. Asumamos que no es realista seguir el programa escolar al pie de la letra, ni que la casa se encuentre de revista, ni cenar sanito todos los días. Pero ninguna de estas es una prioridad máxima.
Cuando todo esto pase nuestras familias y nuestras relaciones se tienen que ver fortalecidas.
Dejarán mucho poso los abrazos, roces y vivencias de estos días. Y a nivel aprendizajes; bailar, dibujar, inventar, jugar, cocinar, crear, aburrirse, descubrir, podrán convertirse en un aprendizaje todavía más activo que el proporcionado en la escuela. Desarrollo máximo de cerebro, corazón y virtudes si nos centramos en un plan asequible y disfrutable en familia.
Saquémosle partido a la situación que nos ha tocado. Seamos positivos y realistas a la hora de hacer un plan de vida. Ordenemos bien las prioridades. Pongámonos en situación de éxito y a por ello.
Cada familia es un mundo maravilloso.