¡Qué importante es desarrollar la imaginación!
Como algunos sabréis, la primera infancia es fundamental para fomentar la imaginación y la creatividad, porque los niños son mucho más receptivos a los estímulos. La creatividad está sumamente ligada con el desarrollo de sus cerebros y las múltiples conexiones que se van formando en los primeros años de vida. Todas estas conexiones dependen en parte de la genética, pero también de las experiencias que le demos a los niños en su primera infancia.
Hasta los 6 años de vida es cuando se realizan la mayor cantidad de conexiones cerebrales. De ahí la importancia de fomentar la imaginación y la creatividad desde muy pequeños. No obstante, la creatividad debe ser un proceso continuo que debe desarrollarse a lo largo de toda la vida ya que la necesitaremos en diversas situaciones y por diferentes motivos. Una imaginación y una creatividad activa, ayuda a los niños en muchos aspectos, incluso más allá de los que podemos llegar a pensar.
A continuación, os dejamos muchas de las habilidades y hábitos que se fortalecen durante el desarrollo de la imaginación y la creatividad:
- Resolver desafíos: además de desarrollar la creatividad, esto genera sensación de dominio y les entrega seguridad en sí mismos. Porque muchas veces los niños no encuentran todas las herramientas para crear lo que imaginaron y en ese momento tienen que solucionar su problema.
- Concentración: Cuando se desarrolla la creatividad y la imaginación, se fortalecen la atención, la concentración, el pensamiento, la capacidad de adaptación, la mentalización y el mundo interno, según explican distintos psicólogos.
- Autoestima: Cuando imaginan y después crean lo que imaginaron, su percepción de éxito aumenta y también su autoimagen.
- Tolerancia a la frustración: Un gran problema se presenta cuando el resultado no sale como esperábamos. Así como elevan su autoestima cuando las cosas salen como ellos esperan, cuando no logran lo que imaginaron en sus cabezas, llega el momento de superar esa frustración.
- Perseverancia: Y cuando no resultó como ellos querían, hay que volver a intentarlo, cultivando su perseverancia.
- Resiliencia: Las frustraciones también nos ayudan a desarrollar la capacidad de sobreponernos a momentos críticos y adaptarnos, para luego ser capaces de volver a la normalidad.
- Funciones ejecutivas: Fomenta aquellas actividades mentales complejas, necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno y para alcanzar metas.
- Motricidad gruesa y fina: No importa el juego que estén realizando, mientras estén creando en su zona de confort, estarán desarrollando o la motricidad fina o la gruesa. (juegos de roles, pintando, construyendo o saltando... ¡en todo momento!)
- Formular hipótesis: Un niño debe adelantarse, planificar y después ejecutar. Se pregunta, ¿esto me ha quedado bien por qué razón? o ¿por qué no me ha salido? La imaginación y la creatividad les ayuda a organizarse a través del pensamiento científico a todo nivel.
Ahora que sabéis esto…es el momento de dejar volar la imaginación!!!