Trucos para la vuelta a la rutina de madrugar
Terminadas las vacaciones, toca volver a la rutina diaria de madrugar para ir al colegio o escuela infantil. Además, después de muchos meses en casa, quizás notéis que la vuelta a los madrugones se hace más difícil todavía. En este post os contamos la importancia de los hábitos del sueño en los niños para un mejor estado de ánimo y rendimiento escolar además de algunos trucos que pueden ayudaros a recuperar el ritmo y resetear los hábitos de descanso de vuestros hijos.
Lo normal durante las vacaciones es que los horarios sean más relajados, los niños se acuestan y se levantan por lo general más tarde y cambian los horarios de comidas y cenas casi a diario. Además, el cambio de lugar, de habitación y la convivencia con más familiares o amigos puede hacer complicada la vuelta a la rutina normal de los niños en septiembre.
Para que los cambios no sean muy bruscos, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda conocer los horarios escolares e ir adaptando los hábitos de forma progresiva. Esto es, que los niños se acuesten un poquito antes cada día para facilitar la adaptación del niño a la nueva rutina. A la vez, ir regulando las horas de cenas, baños, etc.
Es muy importante que los niños, sobre todo los más pequeños, duerman
aproximadamente 10 horas al día. Dormir menos afecta principalmente al estado de ánimo y rendimiento escolar puesto que puede provocar irritabilidad e impulsividad, desánimo, agotamiento, déficit de memoria y falta de autocontrol y atención.
Además, se ha comprobado que los niños que duermen mal o pierden muchas horas de sueño de forma continuada tienen una mayor tendencia al sobrepeso y más riesgo de sufrir depresión a largo plazo.
A continuación, os dejamos algunos trucos para recuperar las rutinas de sueño a la vuelta de las vacaciones:
- Explicar al niño que todos volvemos a la rutina. Nosotros a la oficina o a nuestros trabajos y ellos al colegio. Podemos hacerles entender que las vacaciones eran un tiempo especial y que se acaban y es necesario volver a las costumbres habituales.
- Ir adaptando los horarios hasta establecer una rutina para antes de irse a la cama y reforzarla. Esto es, fijar una hora de acostar a los niños y organizar la tarde en función de esa hora: juegos, baños, cenas, etc. En la medida de lo posible, tratar de ser más estrictos al principio haciendo entender al niño la importancia de estos cambios y de no saltarse nada. El horario puede ponerse por escrito, por ejemplo.
- Establecer buenos hábitos alimentarios evitando las cenas muy pesadas y limitando el consumo de alimentos y bebidas estimulantes.
- Evitar que tengan contacto con pantallas de móviles, tablets, etc. Igual que afectan el sueño de los mayores, son un gran enemigo del buen sueño infantil. Por ello, se recomienda evitar su uso en las últimas horas del niño.
- Crear un ambiente idóneo para la fácil conciliación del sueño. Algunas ideas son regular la luz, comprobar que hay una temperatura agradable, controlar el ruido excesivo y eliminar los posibles juguetes o elementos que le alteren antes de dormir.
- Favorecer la actividad física. Los expertos señalan que realizar actividad física de moderada a intensa al menos durante una hora ayuda a descansar mejor. Sin embargo, debemos evitar las actividades estimulantes antes de acostarles ya que pueden dificultarles la conciliación del sueño.